La FAUA es la más antigua institución académica dedicada a la formación de los arquitectos en el Perú. Fue creada en 1910 como Sección de Arquitectos Constructores (SAC) en el seno de la entonces Escuela Nacional de Ingenieros (ENI) creada en 1876.
Empezó a funcionar en 1911 y a inicios de 1912 ya estaba bajo la coordinación de Ricardo de Jaxa Malachowski Kulisic, arquitecto polaco formado en París y contratado para tal fin.
La formación inicial hasta las reformas de 1930-1933, tenía un fuerte acento hacia la ingeniería, que los docentes y estudiantes cuestionaban. Razón principal de la reforma fue la búsqueda de una mayor identidad en la formación académica y por tanto también en lo profesional.
Héctor Velarde y Rafael Marquina, arquitectos peruanos formados en Cornell (EEUU) y en París, se sumaron al equipo de profesores.
Con la reforma de 1946, ingresaron como nuevos profesores Fernando Belaúnde Terry, Luis Miró Quesada y Paul Linder. El primero es nombrado elegido Jefe de Departamento, cargo que desempeñó hasta 1961. Junto a los miembros de la Agrupación Espacio, llevaron la institución a una situación excepcional, formaron la tecnocracia que participó activamente en la modernnización del aparato público y la realización del equipamiento colectivo de la modernización.
Fernando Belaúnde Terry dio trascendencia y proyección a la institución y se posicionó políticamente, siendo en 1963 elegido Presidente de la República, llevando un proyecto político de modernización construido desde la visión del espacio territorial. El golpe de Estado militar de 1968, consecuencia del impasse político (generado por la obstrucción de los sectores conservadores), interrumpió su gobierno dando lugar al reformismo militar que selló la modernización del país, a través de la reforma agraria, industrial y educativa. La Facultad se convirtió en Programa académico, perdió autonomía, recuperada luego del retorno del arquitecto Fernando Belaúnde en su segundo gobierno (1980-1985).
Difícil le ha sido a la academia reconocer su pertinencia en ese escenario marginal, periférico y hasta ajeno a las seductoras imágenes de la globalización y sus seductoras narrativas. Desde el año 1996. la FAUA decide apostar por la investigación a través de la creación de los Talleres de investigación que se dieron luego y hasta la actualidad en las especialidades de Arquitectura, Urbanismo, tecnología e Historia de la arquitectura.
La copiosa producción editorial a través de su propia editorial, y la publicación de sus 4 revistas especializadas Ciudad y arquitectura, EST (Espacio, sociedad y territorio), WASI (Vivienda) y Devenir (Patrimonio), permiten difundir las investigaciones propias y la red de investigadores que integra.
En la actualidad la institución abre su espacio al debate sobre la pertinencia, los confines y la orientación del diseño y la necesidad de problematizarlo y diversificarlo. Pasa también por debatir el futuro del arte y el urbanismo y en general, por centrar el debate sobre la pedagogía de la arquitectura.
Desde el 2008 la FAUA emprende la tarea de acreditarse y lo hace buscando una alto estándar, recurriendo a la evaluación por parte del Royal Institute of British Architects (RIBA), entidad de gran prestigio mundial que le otorgó la acreditación part I n el año 2012. En la actualidad se viene trabajando la re acreditación.
La entrada en vigencia el año 2014 de la nueva Ley Universitaria 30220, es una gran ocasión para las nuevas búsquedas y desafíos actuales, en medio de una creciente tendencia a la internacionalización y el mejoramiento sustancial de los estándares
La generación fundacional integrada por Ricardo Malachowski, Rafael Marquina y Héctor Velarde, no sólo fueron los maestros en la academia, sino también los principales proyectistas de la arquitectura de las primeras décadas del siglo XX. A ellos les seguirían los grandes de la segunda generación, como Emilio Harth Terré, Augusto Guzmán.
La generación de oro la conformaron Fernando Belaúnde Terry (formado en la Universidad de Texas), y muy de cerca Luis Miró Quesada Garland, Adolfo Córdova y Santiago Agurto Calvo, igualmente notables maestros y proyectistas.
Otros grandes proyectistas que han escrito la historia de la arquitectura peruana, son Miguel Rodrigo Mazuré y Walter Weberhofer, con una arquitectura siempre vigente en toda la segunda mitad del siglo XX.
En el trabajo colectivo destacan nítidamente Arana-Orrego-Torres; Crousse y Paez o Cooper Graña y Nicolini, arquitectos con una arquitectura plena de reconocimiento e identidad.
A nivel internacional, la trascendencia de los egresados Enrique Ciriani y Rodolfo Tisnado (Architecture Studio) desde mediados de los años sesenta en Francia, es conocida y testimonia el gran nivel de la formación alcanzada por la institución.
Los premios nacionales de Arquitectura (Tecnoquímica y Chavín primero y desde 1970, el Hexágono de oro), han sido acaparados por los arquitectos UNI, incluso los dos únicos que han obtenido dos veces este último premio, son nuestros egresados José Antonio Vallarino y Oscar Borasino.